Hoy vamos a charlar un poco de por qué está roto el sistema tradicional al momento de explicar la técnica del tango, y te voy a contar cómo arreglarlo. Para eso, vamos a revisar un poco cómo se estudia la técnica en un contexto tradicional, sobre qué premisas se basa, y qué otras alternativas podemos pensar. Por último, una serie de ventajas que aparecen si repensamos la técnica un poco. Esto no quiere decir que bailar bien es imposible con las ideas clásicas, simplemente que es mucho más difícil de lo que debería ser.
Un repaso por la tradición
El tango tradicional elige trazar dos grandes ejes para explicarse a sí mismo, las figuras o pasos, y su técnica. El primer eje se ocupa de hacia dónde hay que moverse para bailar, y de repetir secuencias preparadas con movimientos típicos. El segundo eje se ocupa de cómo hay que realizar esos movimientos exactamente. Con esta definición, técnica es cómo estar de pie y caminar, abrazar, y también el ángulo del pie en el segundo movimiento del paso básico.
Y es acá donde se revela uno de los problemas grandes de la técnica: muchas veces depende directamente de qué serie de movimientos estamos realizando. Es decir, no solamente hay que prestar atención a las indicaciones generales de cómo pisar, pararse, abrazar, sino que hay que estar siempre pendiente de qué movimientos estamos haciendo o a punto de hacer para cumplir con sus requisitos específicos.
El proceso técnico termina resultando en una lista muy grande de reglas que hay que cumplir y el proceso interno se convierte en un viaje virtual por esta lista en un bucle infinito. Esto nos deja al borde de la saturación cognitiva, y normalmente lo resolvemos prestándole atención a la técnica de a ratitos, intermitentemente. El resultado es una técnica pobre e inconsistente.
Normalmente la solución aparece sola, aunque muy despacio. A medida que pasa el tiempo, vamos desarrollando automatismos que nos permiten ir tachando algunas cosas de la gran lista de la técnica para concentrarnos más fuertemente en otras, si queremos.
Una técnica sensible y creativa
El problema con el acercamiento tradicional empieza con la premisa más básica, que el tango es un conjunto de movimientos que hay que realizar correctamente. Ni las danzas en general ni el tango en particular son conjuntos de movimientos, sino de sensaciones. ¿Va de nuevo? Mirá, separado en párrafo nuevo y destacado:
Ni las danzas ni el tango son conjuntos de movimientos, sino de sensaciones.
Esto puede parecerte una diferencia semántica sin mayor incidencia, pero en realidad es enorme.
La primera diferencia real es que las sensaciones son cosas muy complejas y abarcativas. Evocar sensaciones permite acomodar el cuerpo entero en modos muy visibles y muy sutiles al mismo tiempo. Esto quiere decir que cambiamos una lista gigante de detalles por un puñado de ideas más completas.
La segunda es que evocar sensaciones no es un proceso intelectual. Esto libera la mente para poder ocuparse de otras cosas más urgentes, como la circulación en la pista, o más importantes, como disfrutar juntos.
La tercera en que una técnica basada en sensaciones lleva siempre a una mayor expresividad, simplemente porque expresarse tiene que ver con ser sensibles a lo que nos pasa. En este contexto, es falso el concepto de que técnica y expresión son opuestos. No sólo no son opuestos, sino que son lo mismo.
Por eso, esta idea de técnica sensible es conducente a la improvisación, la creatividad y la expresión. Esto no significa que no haga falta practicar, no es una solución mágica, pero sí significa que la práctica va a ser un camino diferente, y que va a ser más fácil y placentero integrar los ejercicios al baile. Después de todo, ¿la idea no es pasarla super bien al bailar?
Entender haciendo
La idea entonces es que la comprensión derive de las acciones, y minimizar la desconexión entre lo que podemos decir sobre la técnica y lo que nuestro cuerpo puede producir,
Y para que esto no quede sólo en el campo de la teoría y para poder entender haciendo, estoy acompañando este post con una nueva entrada en la sección de ejercicios, el primero desde el relanzamiento de la página. Podés empezar a revisar tu técnica usando sensaciones siguiendo estas instrucciones para mejorar tu equilibrio y postura.
Me encantaría leer tus comentarios sobre el tema, y recordá que siempre podés suscribirte con el miniformulario al costado de la página para recibir más información sobre cuándo iniciamos cursos o seminarios.
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jose luis says
Tiro algunas ideas,
las sensaciones son el universo, la técnica el mundo, la técnica es fría, las sensaciones son cálidas, sin embargo el universo necesita del mundo y viceversa, tanto como el mundo y el universo necesitan del frío y del calor, y viceversa.
El problema podemos llegar a ser nosotros, que por concentrarnos en uno de estos elementos, perdemos de vista el otro.
la práctica es necesaria, además de hermosa, pero como decía Davinci, la práctica sin teoría es como un barco sin timón
Juan Miguel Expósito says
Hey, qué lindo comentario 🙂 Totalmente de acuerdo con que la técnica es necesaria, el único problema (no de tu planteo, aclaro) es qué pensamos que es la técnica y cómo la tratamos. Siguiendo tu ejemplo, ¿por qué separamos al mundo del universo si el mundo es una parte del universo? Y yendo a lo concreto, ¿cuántas veces repetimos ejercicios que no nos ayudan a mejorar, o que no entendemos ni sabemos cómo aplicar e integrar? Es esa idea de técnica separada la que discuto. La práctica, la teoría y la técnica tienen que ser solidarios unos con otros, un poco como dice tu cita de Da Vinci… ¡Mil gracias por eso!