En este ejercicio vamos a trabajar sobre los brazos y sus efectos en el resto del cuerpo. (10 min.) (individual)
NOTA: Algún tipo de incomodidad es normal al realizar el siguiente ejercicio. No obstante si en algún momento apareciese un dolor un poco más fuerte, te recomiendo detenerte. Como siempre, y aunque suene trillado, ante cualquier duda consultá a tu médico.
Primera Parte
- (2 min.) Empezá caminando normalmente por el salón con los brazos al costado del cuerpo, tomándote el tiempo necesario para llegar al ejercicio y sentirte cómodos con algo tan cotidiano como caminar.
- (15 seg.) Empezá a cerrar las manos y a ganar tensión en los dos brazos, desde los puños, pasando por las muñecas, antebrazos, codos, brazos hasta los hombros y omóplatos
- (45 seg.) Mantené esta tensión mientras seguimos caminando. Mientras los brazos sostienen esta idea, tratá de que tus piernas caminen lo más relajadas posible.
- (1 min.) Súbitamente soltá los brazos sin dejar de caminar. Además del alivio local (¡era hora, che!), prestá atención a cómo esta acción repercute en el resto del cuerpo, particularmente en las piernas.
Segunda Parte
- (1 min.) Retomá (o continuá) la caminata, pero esta vez alzando los brazos de modo que queden al costado del cuerpo y paralelos al piso (formamos una T). Tratá de que todo tu cuerpo (¡brazos incluidos!) esté lo más relajado posible.
- (15 seg.) Similar a la primera parte, pero esta vez con los brazos en alto (formando una T).
- (45 seg.) Similar a la primera parte, pero esta vez con los brazos en alto (formando una T). Observá qué cambia con la nueva posición en relación a 2. y 3. de la primera parte.
- (1 min.) Nuevamente soltá los brazos, dejándolos caer libremente contra el cuerpo. Una vez más, prestá atención al resto del cuerpo y a las piernas que siguen caminando.
- (1 min.) Probá de alzar los brazos y caminar un rato, para revisar si te cuesta lo mismo que en 1. de la segunda parte mantenerlos arriba o si algo cambió.
¿Cómo fueron cambiando tus piernas? ¿Qué rol cumple la caminata en toda la secuencia? ¿Hubo diferencias entre la primera y la segunda parte? ¿Cómo sentiste la tensión en la primera parte? ¿Qué cambió al relajar? ¿Cómo sentiste la tensión en la segunda parte? ¿Cambió entre las dos partes del ejercicio la distribución de la tensión a lo largo del brazo? ¿Estaban iguales los omóplatos? ¿Dónde más sentiste tensión en la segunda parte? ¿La detectaste en el abdomen? ¿Y en la zona lumbar? ¿Descubriste algo con respecto a cómo sostenés los brazos? ¿Te topaste con una nueva conciencia de la integración del cuerpo?
Muchas preguntas… ¡Dejame tus comentarios!
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